y..... ¿el cine?
Sebastien Morales
Hace algunos días atrás, la Cinemateca Boliviana organizó un Cine Club para hablar sobre el cine nacional de los años 90 y 2000, para esto se invitó a cinco directores que hicieron el grueso de su obra en los 90. Resumiendo muy escuetamente podemos sacar dos ideas centrales:
a) El cine en celuloide es demasiado caro, es imposible filmar en él, por la falta de una ayuda del Estado y de una ley del cine.
b) El cine digital no tiene el rigor suficiente, es de muy baja calidad, los que hacen cine digital no cuentan nada, en fin, no es Cine.
De estas dos ideas podemos sacar varias conclusiones. La primera y la más superficial de todas es que se plantea la imposibilidad de hacer Cine en Bolivia. El celuloide es muy caro y el digital a lo mucho que aspira es a hacer cine (con minúsculas)
Sin embargo, ¿acaso el Cine se define por el formato? ¿no es más bien la forma en que se trabaje el audiovisual la que le da el rango de cinematográfico? Como muy bien decía alguien del público, Bolivia debe ser el único lugar del mundo donde todavía se debate el problema de formatos. El cine es tal en cuanto reflexiona, ya sea de sí mismo o sobre algo exterior a él.
Se ha repetido muchas veces en la conferencia la formula: “los videastas, no dicen nada, no cuentan nada”. Yo no entiendo por qué, alguien en su sano juicio hipotecaría su vida (puesto que todos estos cineastas de celuloide tuvieron que pagar sus películas con sus casas, autos, perros, etc.…, por lo cual estoy muy agradecido) por el simple hecho de contar una historia, si era tan grande la necesidad de contar una historia ¿Por qué no agarra un papel y un bolígrafo y escribir una novela bonita? ¿Cuál es la necesidad de gastar tanta plata por algo así? El cine usa otro lenguaje que la literatura y por tanto tiene otros problemas y formas de tratarse, a diferencia de la literatura, el cine usa las historias como mero pretexto, para provocar una reflexión (no un mensaje) El cine no dice nada, pregunta.
La tercera conclusión es la que realmente da para pensar mucho. En una conferencia sobre cine, los cineastas hablaron de todos menos de eso. Hablaron de la piratería, de la ley del cine, de la salas, de lo imposible de hacer cine en Bolivia por lo caro que resulta, et… Ninguno de ellos habló de lo que significa el cine en Bolivia, no hablaron de sus postulados estéticos ni sus reflexiones sobre el la forma y el contenido. No hablaron de sus películas y mucho menos de las de sus colegas. ¿Es que no tenían nada que decir? ¿Es que a la hora de realizar la película, no pensaron, justamente en lo que reclaman al cine digital? ¿Cómo es posible que en una conferencia de cine, no se hable de eso?
Es la falta de reflexión en el cine Boliviano lo más preocupante, pero vemos, al parecer que esto no viene sucediendo desde que empezó la era digital, sino de mucho más atrás. En cambio, se discute cosas insignificantes como es el tema de los formatos. Hay que ser claros en esto: el cine digital es una realidad y es la única forma de hacer cine en un país como el nuestro, por tanto, es gracias a él que podemos reflexionar sobre el séptimo arte y usarlo como herramienta de reflexión.
a) El cine en celuloide es demasiado caro, es imposible filmar en él, por la falta de una ayuda del Estado y de una ley del cine.
b) El cine digital no tiene el rigor suficiente, es de muy baja calidad, los que hacen cine digital no cuentan nada, en fin, no es Cine.
De estas dos ideas podemos sacar varias conclusiones. La primera y la más superficial de todas es que se plantea la imposibilidad de hacer Cine en Bolivia. El celuloide es muy caro y el digital a lo mucho que aspira es a hacer cine (con minúsculas)
Sin embargo, ¿acaso el Cine se define por el formato? ¿no es más bien la forma en que se trabaje el audiovisual la que le da el rango de cinematográfico? Como muy bien decía alguien del público, Bolivia debe ser el único lugar del mundo donde todavía se debate el problema de formatos. El cine es tal en cuanto reflexiona, ya sea de sí mismo o sobre algo exterior a él.
Se ha repetido muchas veces en la conferencia la formula: “los videastas, no dicen nada, no cuentan nada”. Yo no entiendo por qué, alguien en su sano juicio hipotecaría su vida (puesto que todos estos cineastas de celuloide tuvieron que pagar sus películas con sus casas, autos, perros, etc.…, por lo cual estoy muy agradecido) por el simple hecho de contar una historia, si era tan grande la necesidad de contar una historia ¿Por qué no agarra un papel y un bolígrafo y escribir una novela bonita? ¿Cuál es la necesidad de gastar tanta plata por algo así? El cine usa otro lenguaje que la literatura y por tanto tiene otros problemas y formas de tratarse, a diferencia de la literatura, el cine usa las historias como mero pretexto, para provocar una reflexión (no un mensaje) El cine no dice nada, pregunta.
La tercera conclusión es la que realmente da para pensar mucho. En una conferencia sobre cine, los cineastas hablaron de todos menos de eso. Hablaron de la piratería, de la ley del cine, de la salas, de lo imposible de hacer cine en Bolivia por lo caro que resulta, et… Ninguno de ellos habló de lo que significa el cine en Bolivia, no hablaron de sus postulados estéticos ni sus reflexiones sobre el la forma y el contenido. No hablaron de sus películas y mucho menos de las de sus colegas. ¿Es que no tenían nada que decir? ¿Es que a la hora de realizar la película, no pensaron, justamente en lo que reclaman al cine digital? ¿Cómo es posible que en una conferencia de cine, no se hable de eso?
Es la falta de reflexión en el cine Boliviano lo más preocupante, pero vemos, al parecer que esto no viene sucediendo desde que empezó la era digital, sino de mucho más atrás. En cambio, se discute cosas insignificantes como es el tema de los formatos. Hay que ser claros en esto: el cine digital es una realidad y es la única forma de hacer cine en un país como el nuestro, por tanto, es gracias a él que podemos reflexionar sobre el séptimo arte y usarlo como herramienta de reflexión.
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